Gloria, Gloria, Gloria.
El hermano Jehová ha venido.
Un niño nacido sin hogar,
Un rey sin reino.
Jeshua nació bajo la luz en expansión,
De una estrella moribunda.
Reflejando la vida del Mesías.
El estallido de la fe,
Una Luz para el mundo,
Una muerte.
Gloria, Gloria, Gloria
Porque el Cordero de Dios se sometió.
Sometió en el concilio a Elohim,
El Padre y Madre de todos nosotros.
Para sacrificarse a la mortalidad.
El Maestro, Rabboni, enseñó la verdad,
En una tierra donde “Dios iba a prevalecer”,
Y como Chivo Expiatorio,
Para tomar el mal de sus hermanos.
Una segunda muerte.
Gloria, Gloria, Gloria
El gran YO SOY, el Creador de Mundos,
Nació en una tierra conquistada,
Un Refugiado entre su propia gente.
Emmanuel se puso debajo de lo más bajo,
No solo como el sacrificio seminal,
para apaciguar a Moisés.
Cada día Yahweh miró hacia abajo
Entre la gente quebrantada y dio …
Vida.
Gloria, Gloria, Gloria
El Hijo de Dios, descendencia terrenal de David,
Él descendió a la tierra,
Sólo para huir de su patria,
Para mirar por las pirámides de la antigüedad,
Después de recibir los regalos de los magos orientales.
Oro, Incienso y Mirra.
Regalos para un Rey, un Sacerdote y un Mártir.
Su cuerpo torturado ungido por María, se convirtió en …
Una segunda vida.
Gloria, Gloria, Gloria a Dios en las alturas
Porque en este día nace Jesucristo.
Para romper la muerte sobre la Roca,
Y dar vida a mundos sin fin.
-A.B. Griffin
Escrituras Referenciadas:
San Mateo 1:
1 Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:
20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu desposada, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que había hablado el Señor, por medio del profeta, diciendo:
San Mateo 2:
9 Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que, llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
10 Y cuando vieron la estrella, se regocijaron con gran gozo.
11 Y cuando entraron en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, le adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, e incienso y mirra.
12 Pero avisados por revelación, en sueños, que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
13 Y cuando hubieron partido, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y quédate allá hasta que yo te lo diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.
14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto;
San Mateo 27:
28 y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata;
29 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, se burlaban de él, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!
30 Y escupiendo en él, tomaron la caña y le golpeaban la cabeza.
31 Y después que le hubieron escarnecido, le quitaron el manto, y le pusieron sus ropas y le llevaron para crucificarle.
32 Y al salir, hallaron a un cireneo que se llamaba Simón; a este obligaron a que llevase la cruz.
33 Y cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera,
34 le dieron de beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo.
35 Y después que le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus ropas, echando suertes, para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta: Se repartieron mis ropas, y sobre mi ropa echaron suertes.
36 Y sentados le custodiaban allí.
37 Y pusieron sobre su cabeza su acusación escrita: Este ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.
38 Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda.
39 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza,
40 y diciendo: Tú, el que derribas el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz.
41 De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían:
42 A otros salvó, pero a sí mismo no puede salvarse. Si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.
43 Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere, porque ha dicho: Soy el Hijo de Dios.
44 También le insultaban los ladrones que estaban crucificados con él.
45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
46 Y cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: ¡Elí, Elí!, ¿lama sabactani? Esto es: ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?
47 Y algunos de los que estaban allí, al oírle, decían: A Elías llama este.
48 Y enseguida, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio de beber.
49 Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle.
50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.
51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló y las rocas se partieron;
52 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido se levantaron;
San Lucas 1:
31 Y he aquí, concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre.
33 Y reinará en la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin.
San Lucas 2:
10 Pero el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que serán para todo el pueblo:
11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
12 Y esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían:
14 ¡Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
San Lucas 22:
42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
43 Entonces se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían a tierra.
San Lucas 24:
36 Y mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: Paz a vosotros.
37 Entonces ellos, espantados y atemorizados, pensaban que veían un espíritu.
38 Mas él les dijo: ¿Por qué estáis turbados y surgen dudas en vuestros corazones?
39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo.
40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
41 Y como aún ellos, de gozo, no lo creían y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?
42 Entonces ellos le dieron parte de un pescado asado y un panal de miel.
43 Y él lo tomó y comió delante de ellos.
44 Y él les dijo: Estas son las palabras que os hablé estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas y en los salmos.
45 Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras;
46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese y resucitase de los muertos al tercer día;
47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
San Juan 8:
58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
Isaiah 53:
7 Fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores enmudeció, así no abrió su boca.
Éxodo 6:
3 y me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob con el nombre de Dios Omnipotente, pero con mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos.
Levítico 16:
5 Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para la ofrenda por el pecado y un carnero para el holocausto.
6 Y Aarón ofrecerá el becerro de la ofrenda por el pecado, que es por sí mismo, y hará expiación por sí mismo y por su casa.
7 Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la entrada del tabernáculo de reunión.
8 Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos, una suerte para Jehová, y otra suerte para el macho cabrío expiatorio.
9 Y Aarón hará traer el macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte para Jehová, y lo ofrecerá como ofrenda por el pecado.
10 Pero el macho cabrío, sobre el cual haya caído la suerte para el macho cabrío expiatorio, lo presentará vivo delante de Jehová a fin de hacer expiación sobre él, para enviarlo al desierto.
Moisés 4:
1 Y yo, Dios el Señor, le hablé a Moisés, diciendo: Ese Satanás, a quien tú has mandado en el nombre de mi Unigénito, es el mismo que existió desde el principio; y vino ante mí, diciendo: Heme aquí, envíame a mí. Seré tu hijo y redimiré a todo el género humano, de modo que no se perderá ni una sola alma, y de seguro lo haré; dame, pues, tu honra.
2 Pero, he aquí, mi Hijo Amado, que fue mi Amado y mi Escogido desde el principio, me dijo: Padre, hágase tu voluntad, y sea tuya la gloria para siempre.
Alma 7:
14 Ahora os digo que debéis arrepentiros y nacer de nuevo; pues el Espíritu dice que si no nacéis otra vez, no podéis heredar el reino de los cielos. Venid, pues, y sed bautizados para arrepentimiento, a fin de que seáis lavados de vuestros pecados, para que tengáis fe en el Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo, que es poderoso para salvar y para limpiar de toda iniquidad.
Un Discurso sobre el primer imagen, tomado en el Art Institute of Chicago





